Escribía "el filósofo del tango" el himno nacional no de la Argentina sólo, sino de casi toda la América Latina, presumiblemente sin saberlo, cuando por allá de 1934 Carlos Gardel daba voz a su brillante letra y lo proyectaba al mundo entero: entonces el nombre de Enrique Santos Discépolo ganaría un lugar al lado de los autores de los himnos locales (de Francisco de Paula González Bocanegra, caso México), como si fuese su sombra más grande, su pervertido sosias que aunque oscuro y no totalmente presente (¡y mucho menos presentable!), resultaba inquietantemente genuino, incómodo hasta el día de hoy para el poderoso y el minúsculo estrato social en donde la saeta de Balzác encuentra diana : "Detrás de toda fortuna se oculta un gran crimen". La genialidad de "Cambalache" se hace patente en su grado ubicuo de aplicación y su vigencia.
( https://www.youtube.com/watch?v=eKyISWmi5uA ).
Y tal vez sea Discépolo mi carta fuerte en lo sucesivo, que bien visto, no es poca cosa: porque si el rigor con que se trata un tema puede ser medido por nuestra cantidad de referencias, siempre se puede acusar en ello algo de falacidad con el obsesivo recurso al argumento de autoridad; otro tanto de vicio académico; mucho de "hybris" al identificar nuestro "ser" con nuestro "saber", manifiesto en desaforada pedantería, e incluso, bastante carencia de seguridad en el razonamiento propio. Así pues, no me dará la gana agotarme , ni agotar al lector, con un excesivo marco de referencias: no esta vez... Máxime cuando el tema involucra al tejido social en su conjunto... Así que invito al lector a abrirnos paso por nuestros propios medios y recursos, aunque con "Cambalache" de fondo...
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Sabíamos ayer de la disculpa pública que la tienda departamental mexicana "Palacio de Hierro" ofrecía a raíz del acto discriminatorio en contra de una mujer y sus hijos, quienes fueron desalojados a petición de otros clientes, sin otra razón que su origen étnico y su condición humilde, asunto que aunque rechazado por Crisóforo Ramírez, oficial de la PBI encargado de perpetrar materialmente semejante acto, tampoco desmentido, en la medida que no esgrimía otra razón de peso, como haberla sorprendido infraganti en algún acto que contraviniese los reglamentos de la tienda, el reglamento de la Ley de Cultura Cívica, del Código Penal ni cualquier otro. Usé a propósito el verbo "perpetrar", porque fueron las garantías individuales de esta familia las que fueron violadas (que en últimas calendas, no está de más aclararlo, han adquirido la forma de derechos humanos universales), si nos atenemos a lo estipulado en el Artículo 1° de la Carta Magna, que a la letra dice:
"Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas".
La inverosimilitud de este acto en un México del siglo XXI que se presume ante sí mismo y el resto del mundo como "moderno" y "progresista" hubiera pasado verosímilmente al tonel sin fondo del olvido colectivo de no haber sido por el valiente arrojo de una mujer que no sólo se conformó con videograbar, sino que también se plantó y encaró ante el aparato de "seguridad" en augusta actitud y defensa de los derechos de sus pares ante el ultraje flagrante y palmario de sus derechos (y aquí querría detenerme y hacer una digresión en el "Caballero de los Leones", mas lo prometido es deuda...): desde aquí querría externarle mi sincero reconocimiento a Adri González, más aún cuando tras su gallardía y modales puede advertirse su pertenencia a un estrato distinto, y supo ser en exquisita combinación generosa para con el humilde y arrogante con el poderoso, al modo esto último en que otro clásico defensor de la injusticia social, Robin Hood, lo era: el término arrogancia entraña ambas acepciones, la que ostenta el poderoso, y la de quien se enfrenta al poderoso; la de quien por su posición social puede infligir una injusticia y la de quien se enfrenta a este poder en nombre de la justicia... ( http://dle.rae.es/?id=3mpjP8k , http://etimologias.dechile.net/?arrogancia ) ... La valiente actitud de esta Mujer dio pie a la disculpa pública que poco más tarde ofreciera la tienda, que más se antoja como estrategia mercadotécnica que como auténtica empatía o al menos apego a la letra constitucional (pues no son lo mismo los ámbitos moral, ético y legal)...
(http://www.sinembargo.mx/10-09-2017/3304836 )
Entre los agentes involucrados bien valdría hacer una distinción: no podemos medir por el mismo rasero a Crisóforo Ramírez, los clientes que solicitaron el desalojo, el gerente de la tienda, y el dueño de ésta, Alberto Bailleres.
Empecemos por este último.
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El asunto encuentra tierra fértil en redes sociales, donde se dejan escuchar voces que rescato no por su cantidad, sino por su calidad, al hacer labor apologética de la discriminación: que porque era pobre, "¡y qué hacía allí!", o indígena, "y ellos sólo entran a robar", o fea, "y pues era obvio..."; que no iba precisamente a comprar un bolsillo Louis Vuitton, una fragancia Christian Dior, un vestido Coco Chanel... Que los niños pudieron haber quebrado algo, "¡y claro que ella no iba a tener con qué pagar!"; que a nadie le gustaría encontrarse con gente así en una tienda de tal categoría, en un bonito domingo estival ("¡¡¡¿¿¿Cóóóómooo???!!!"); que, resumidas cuentas, "no era su lugar", y en tal tenor, la tienda "había hecho bien... ¡Bravo!"... Yo nada habría de objetar a tales voces -"allá se lo hayan con su pan", como diría el buen Sancho- de no ser, primeramente, el exceso de escrúpulo a la hora de juzgar la pobreza, equiparándola con delincuencia o crimen per sé, a fin de defender las políticas de empresa de un ladrón multimillonario: porque aún cuando en este país esté en boga laurear a pillos consumados, no por ello dejan de ser lo que son: evasores de impuestos, defraudadores, lavadores, traficantes de influencias, partícipes del conflicto de intereses (que es moneda corriente entre la casta política), forjadores de gobernantes sociópatas (y en ese sentido promotores del neoliberalismo a ultranza, con todas sus políticas lesivas y generalmente antihumanas), esclavistas, perpetuadores del status quo, y un largo etcétera que en conjunto harían palidecer al indio, ladino o criollo que se aventurase a una de sus tiendas y quisiese llevarse algo sin pagar... Pocos son los que como él pueden ostentar un récord criminal tan vasto (quizás por pertenecer a la élite de las élites); menos los que, además, hayan sido laureados con la presea Belisario Domínguez: triste ironía de la Historia que quien le haya dado nombre a la medalla haya sido un opositor y detractor del régimen del usurpador Huerta, por el que fuera muerto, y que ahora la mención que lleva su nombre haya caído al percudido cuello de un magnate que ha labrado su fortuna en asociación y contubernio con la pus de la política que él mismo ha promovido desde sus franquicia delictiva mal llamada "universidad": un Peña Nieto que en sonriente actitud lacayezca le rinde pleitesía, mientras aquél le prodiga sendas palmadas en el hombro, cual patrón felicitando a su empleado... El Periodista Álvaro Delgado apunta que en la "ceremonia estuvieron presentes los tres poderes de la Unión, con lo cual el lector podrá hacerse una idea del alcance de la influencia de este figurín, y el grado de necrosis dentro del cuerpo de la institución pública... Nos dice:
"La de hoy en el Senado fue una estampa del México neoliberal: El poder político se le rinde al dinero.... (...)... A Peña y al Congreso los felicitó por las reformas estructurales y con ese mismo ánimo, dijo, “atisbó el resplandor”, porque “nuestro país está llamado a la grandeza... (...)... Dueño en México de la Coca-Cola, de la tienda de lujo “El Palacio de Hierro”, de la contaminante Industrias Peñoles, de aseguradoras y negocios, incluido el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), semillero de funcionarios en los sexenios recientes, es el tercer hombre más rico de México... (...)... La más reciente incursión de Bailleres en los negocios fue en el codiciado mercado del petróleo: Le fue asignado el bloque 4 a Petrobal, su empresa petrolera que forma parte de un consorcio integrado por la estadunidense Fieldwood Energy LLC... (...)... Bailleres nunca ha hecho una valoración sobre la atroz realidad mexicana ni ha hecho mínima crítica al poder político, priista o panista, porque de ellos sólo ha recibido beneficios, como las concesiones mineras en los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón. Y con los priistas ni se diga...".
Disculpe el lector la longitud de la cita: he pensado sobre todo en aquéllos que desconocen el currículum de tan destacado personaje, y que a carencia de tal, aventuran una opinión como las arriba expuestas... ( http://www.proceso.com.mx/420584/la-clase-politica-se-rinde-al-dinero-senado-entrega-la-belisario-dominguez-a-bailleres ) Aun así, puede que a muchos se les escape el verdadero impacto y profundidad que los delincuentes de cuello blanco, tipo Bailleres o Carlos Slim, ejercen sobre la Unión en todos sus aspectos, tal vez por emparentar con más facilidad el acto criminal a la nota roja, bajo cuya sección se ha escrito casi la totalidad de la historia del pueblo mexicano desde hace por lo menos tres sexenios. Incluso puede que desconozcan las implicaciones de la economía y política de corte neoliberal, al devenir éstas en conceptos y ecuaciones que no llegan a ser claros ni siquiera para sus devotos y profesantes, adquiriendo por ello cierto tufo metafísico, reservado a unos cuantos iniciados... Consecuentemente debería explicar ambas cosas, bajo riesgo de hacer este artículo tan extenso como ilegible para muchos, lo cual iría en contra de la intención manifiesta al principio: involucrar a tantos como el asunto atañe, a través de una heurística incluyente, no para que encuentren en ello "la" verdad, o siquiera una verdad, sino un aliciente que eleve el nivel de discusión: que proponga nuevas perplejidades, interrogantes, suspicacias; que detone la reflexión colectiva y la sitúe unos metros más arriba de la "doxa" platónica, si se quiere... No otra cosa pretenden el resto de mis contribuciones políticas en este espacio, por cierto... Quedarán, pues, para momento más pertinente las explicaciones de qué sea el mentado "neoliberalismo" y el impacto real de los delitos de cuello blanco... Empero, todavía podemos recurrir juntos a algo más a mano, y cuya ambigüedad siempre está dispuesta a mostrarnos su mejor rostro: el llamado "sentido común". Porque no serán mis lectores tan cortos de entendederas que achaquen a un fenómeno climático ocurrido en el vecino del norte el aumento en el precio de los hidrocarburos y sus concomitantes y funestas consecuencias sobre el precio de las mercancías que han menester de estos para su transporte: a fortiori cuando el mexicano promedio destina dos terceras partes de sus ingresos a la adquisición de una canasta básica cada vez más mítica.
El laureado Bailleres debuta en el negocio del petróleo: mercado que fue abierto a la participación del capital privado por aquellos que le entregaron la medalla, en virtud del desmantelamiento paulatino de la paraestatal promovido por hombres clave en su manejo, que a su vez ocuparon esos puestos gracias a su incesante promoción por el capital privado... ¡Redondo!, ¿no? El maestro Jalife Ramhe nos dice cómo es que Carlos Morales Gil, otrora director de exploración y producción de Pemex, termina en la nómina de Bailleres, a través de Petrobal, su nueva máquina de explotación de recursos naturales y concentración de dividendos en manos de unos pocos, pues como el Sr. Peña explicaba en su momento, la reforma energética dotaría de "marco legal y certeza jurídica" a las inversiones de quienes ya son obscenamente ricos: para seguir explotando, acumulando, despojando y encarcelando a todo aquél que se les ponga en medio... En eso la experiencia del propietario de Industria Peñoles es indiscutible... El recuento que el maestro Jalife Ramhe hace de la meteórica trayectoria de Bailleres que lo llevó de una considerable fortuna familiar al amasamiento de la tercer fortuna de México con las "palancas" que tuvo que mover en el camino, para decirlo con un eufemismo, lo encontrará el lector en el siguiente link : http://www.alfredojalife.com/2015/02/15/bailleres-y-su-clan-itam-van-por-el-feretro-de-pemex/
La libertad empresarial y de mercado tan demandada y cacareada por Bailleres en los años 80 le sirvió para consolidar su poderío allende el sector empresarial mismo, infiltrar la política a fin de colocar más y mejor sus peones sobre el tablero, contribuyendo así al progresivo desmantelamiento de la "nociva" industria nacional (que todavía por aquellos tiempos aportaba 7 de cada 10 pesos a la recaudación), del "monopolio", como lo llamaran nuestros modernos "reformadores" durante la batalla por desfigurar el 27 constitucional, dando paso a la dependencia energética de México, aun cuando fuese productor mundial del hidrocarburo, y metiéndose por la puerta grande y la alfombra roja que le abrieron y desenrollaron sus vástagos ideológicos con tal de que el señor mamase del líquido negro y calmase su insaciable apetito.
Las redes empresariales de Bailleres se diversifican hasta la cadena de distribución de alimentos, siendo tiendas Oxxo mediante Cocacola Femsa igualmente de su propiedad. Es de notar su explosiva expansión en tan poco tiempo, erosionando la competencia que representaban las tiendas de abarrotes tradicionales, modificando sensiblemente las reglas de mercado a su conveniencia (tiendas "de conveniencia", ¿para quién?). ¿Y qué tipo de alimentos se hallan en sus anaqueles? Refrescos y sopas Maruchan han de ser parte de la nutrición de un pueblo que destina dos terceras partes de sus ingresos a su alimentación... Para quien argumente el cliché de marras de que "cada quién es libre de consumir lo que mejor le parezca", o "si no estás de acuerdo, pues no compres allí", lo invito a leer el artículo "El horizonte de la precariedad laboral...", también parte de este blog.
Acaparación de recursos y monopolio de mercado, depauperización salarial y erosión de derechos laborales, un marco legal sólido en la letra pero de endeble o nula aplicación a la hora de garantizar una canasta básica suficiente y saludable, todo ellos parece correr de la mano... Todo ello alentado por los mismos personajes, la misma cúpula... Para un sector privilegiado habrá tiendas departamentales con lindas edecanes dispuestas a vaporizar en la muñeca del cliente la última fragancia de Gianni Versace con jazz parisino de fondo... El resto de la población siempre tendrá un Oxxo en la esquina de su casa, a fin de saciar un apetito que sólo en contenido es distinto...
Peñoles acumula una ratificada experiencia en materia de contaminación ambiental (ecocidio) e impunidad; despojo de tierras con la complacencia de la "autoridad"; violación a los derechos de sus agremiados; evasión fiscal y condonación de deudas; licitaciones amañadas y un largo etcétera que alcanzan su justificación por los mercachifles del progreso y adoradores de la modernidad cuando todo esto se traduce en un puesto de trabajo de ínfima categoría, paga y menor prestación más emparentado con la esclavitud en tiempos porfiristas que con sus pares del primer mundo a que tanto querrían asemejar...
A fin de no acaparar más el raciocinio del lector, concluiré en este respecto con una deliberación final. Me gustaría que el insufrible escrúpulo de las hordas de apologetas de los Bailleres, Slims, Hernández y demás crápula con nombre y apellido también se aplicase a estos a la hora en que criminalizan la pobreza, que aceptan y ensalzan la violación a los derechos constitucionales de los más desfavorecidos, al momento en que fracasadamente intentan llenar su vacuidad mediante la compra a plazos de productos cuya manufactura esclavista debiera, si este putísimo mundo fuera un poco más justo y honesto, ostentarse en el lugar de su etiqueta, y a la entrada de los almacenes en que se hallan, propiedad de tipejos de la más baja estofa y del vicio más repulsivo que paradójicamente habitó en un mundo más antiguo y más civilizado que el nuestro: la "hybris" griega, que reconocía en una de sus facetas la homologación del ser con el tener...
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Decía Kundera en su "Vals del adiós" que no es tan jodida nuestra indiferencia hacia las iniquidades del opresor, cuanto más nuestra participación con éste: cuando sostenemos voluntariamente el yugo que el verdugo ha de cortar.
Querría ser algo menos duro con hombres como Crisóforo Ramírez, pero no puedo. No puedo porque no es éste un caso aislado en el actual contexto de desaprobación popular con respecto a la casta gobernante y el modo en que ésta sofoca la protesta; no lo es cuando la violación a las garantías individuales es "pan de cada día" Lo cierto es que la figura del policía, la institución policiaca en su conjunto, es percibida con suspicacia desde el momento en que estas se alían con la opresión del crimen organizado y de la casta política: ambas, caras de la misma moneda. Son percibidas incluso con repugnancia, y lo seguirán siendo mientras el hombre bajo el uniforme (en el que todavía quisiera creer) no tenga la posibilidad de ampararse bajo la figura jurídica de la "objeción de conciencia", vigente en otras latitudes, a fin de emanciparse de las tiránicas órdenes de la institución en metástasis a la que pertenece, y a fin también que la bestia que yace bajo el peso de su placa de quincalla y su roído traje azul dé paso al ser humano...
Si algo puede opacar el papel de Crisóforo Ramírez -sujeto que sin uniforme y placa podría también ser discriminado en otro Palacio de Hierro por las mismas razones que lo fue la familia en cuestión- es el que desempeñaron los malnacidos que lo azuzaron. Sobre ellos no quisiera extenderme -querría incluso nada decir. Sirvan tan sólo de lamentable ejemplo de cómo a veces la pertenencia a un estrato alto y la más crasa ignorancia, insensibilidad y estupidez forman tándem. En el fondo creo que este tipo de personas son incurables.
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Fiestas patrias a la vuelta de la esquina, nos vemos acuciados nuevamente por la pregunta que se impone por sus propios fueros: "¿Hay algo qué celebrar?".
Yo celebraría algo que no es, pero que podría: un México de la diversidad, de la inclusión, de la generación de riqueza conjunta y su reparto equitativo, en donde el imperio de la ley se mantuviese incólume sobre los instintos tiránicos y donde se comprendiera el sinsentido que es que un hombre gobierne sobre los otros; su riquísimo legado e historia, sí, con su gente, que aunque no el non plus ultra de la creación, pueblo noble como ninguno... Querría celebrar un país que no quisiese parecerse a ningún otro sino a sí mismo: que su identidad fuera más bien materia artística de constante construcción, destrucción, deconstrucción que requiriese pensamiento y acción a partes iguales... Se ha dicho, al fin y al cabo, que la Utopía no está precisamente ahí para ser alcanzada...
¿Por qué ser un filósofo frustrado (un Sócrates luchando contra sus inclinaciones poéticas) cuando se puede ser algo más grande, como un poeta frustrado? ¿Que "la fe mueve montañas"? ¡Bah! La falta de fe mueve hombres... Y los transforma en héroes... Y esa condición los hace superar en estatura y masa a las montañas... No hay acto más libre que el de Pensar. No ha nacido ejército en la Tierra capaz de subyugarlo. Pienso, luego soy libre.
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