viernes, 19 de noviembre de 2021

Sol.

 

Salió el sol: lívido,
convaleciente,
como de tisis herido,
de amarilla pus
desbordando el empíreo
anegando la tierra
saciando la Creación.
Pupila divina
ahíta de maledicencia
de Calamidad Anunciadora:
cariada sonrisa de la Muerte
que el cielo cruza
enfriando corazones,
agriando el calostro,
segando esperanzas.
¡Oh, salió el Sol
y yo le odio
y a él levanto el puño
(cerrado como mandíbula
de energúmeno)
y a él arrojo el esputo,
seguro de poder apagarlo!
Y en frenesí las aves todas
a él como flechas vuelan;
y los árboles al cielo
sus dedos artríticos
de ira y siglos levantan;
y los volcanes le vomitan
toda su negra bilis,
y de asco se desorbitan
los planetas en su rededor
para que al fin el sol
nunca más levante
ni se guarezca
o póstuma vida
prometa:
y su áureo orgullo
se vea trocado en tristeza.