miércoles, 31 de enero de 2024

poesía cero

 

pus del alma mi poesía o amarescente vino o calostro agrio: sangre cuajada de sida, ojo cual volcán de vesánica náusea y la roja lava del amor;
erizada de góticas agujas como por Gaudí erectas
y los coruscantes colores del prisma
o los temblores en las rodillas de mi ciudad lacustre y secular:
las sienes ígneas y venerables de los vates de mi infancia
lejana y crepitante como Sirio
o el ahora seco seno
que dióme de mamar…
guiño escarlata como embrión sobre la yema u oculta tirria tras el áureo Febo
es la poesía que mana de mi tinta, exangüe remedo
del leonardino tratado que sobre pintura y otras mixturas
se escribió: mi índigo lo extraje de la ortiga, mi ámbar de cola de alacrán,
el gris del cavilar en mi postrer ceniza, de mi atrabilismo la negrura biliar.
seca saliva de profeta en el desierto mi poesía, del alcohólico néctar
que evoca el abstemio paladar del santo cuando sus proscritos ayeres
o cocción de las intrépidas lenguas de todas las mujeres
que dieron a Lope de yantar es mi contrahecha y gibosa
y mendicante y putísima poesía, de la orden de las Maritornes,
que, se dice, hacen al espejo recular.
el “antiporqué”, venero de mi poesía: de ahí nace y como Uróboro
ahí vuelve reluctante, con presión intravenosa y torrencial
como hija del mínimo absoluto, del esquizofrénico cero,
de la matemática más narcisista que gusta de contemplarse a sí misma
es ésta, mi poesía… mi poesía argentina y sublunar.

 


jueves, 25 de enero de 2024

CANCIÓN DE NOCHE

 

En esta luenga noche
como maullido o grito de mujer,
en esta noche atacada
de sarampión y estrellas,
en esta lacrimosa noche
de pez y cosas inauditas,
en esta noche derretida
y ausente…

En esta noche
desgraciada y amarga
y como vino podrido
y agorero,
mano de gitana,
lomo de gato negro;
en esta noche
que como enfermedad terminal
nos recorre
y difama:

En esta noche
cuajada de deseos…

Esta noche que se erecta
cual azucena enferma;
esta noche cuya palma extendida
muestra una necrópolis
y una geografía torturada,
esta noche que se extiende
como metástasis o aullido:
esta noche como la Culpa
o remordimiento...

Esta noche de remordimientos…

Esta exagerada noche
nos pertenece:
esta noche como lengua
de borracho, esta noche
como daga de asesino,
esta noche que brilla y se licúa …
Esta noche cuyas credenciales,
hermanos,
le han caído por el pantalón roto
y las torpes manos.
¡Oh esta noche,
que fijamente nos mira
como ramera con hambre!
¡Oh esta Noche!


                                                                *****

Esta noche que como proa,
hunde su nariz puntiaguda
en tu costa de arena
y obeliscos
véngote a hablar:
oh esta noche
recalcitrante y tachonada
de estoperoles
y grisáceos cabellos
levantados:
noche argentina y magra,
noche como rebosante teta,
noche como caldo
de odios y de amor…
Noche como cerillo raspado
o labio invadido
de pasión carnal.
Noche como pico de cuervo,
ósea y amarilla
y carroñera,
véngote a hablar
de nuevo.

En esta noche,
invadida de silencio
y sacralidad; en su negrura
casi maldita; en la lágrima
de las mujeres de esta Tierra
y su leche umbral y sólida
canto al amor:
Oh en esta noche
tan parecida a tu adeéne
lo querría todo,
la hoguera
y la pausa vocal:
el pasto y la verdura
de tu cuerpo…
Hoy tu rojo Ser,
mojado y famélico
ha de pertenecerme.

miércoles, 24 de enero de 2024

Canción de Día.

 

Carretera pedregosa mis cicatrices:
algo manó,
acaso el Alma o el Amor
o ambos:
fecunda Tierra que los tragó
al límite tremendo
y mortal
en su oceánica vastedad
ávida de gotas:
mar infrapuesta
bajo nuestros pies de barro
y ceniza
y nuestros dedos tejidos
con cansancio.

Oh Comunión de Amargura,
sucinto proverbio
con filo de cuchillo,
oh tálamo de vidrio roto,
alfombra de ascuas
e interrogantes cual púas:
oh el hígado seco
y rojo
cuyas costuras violadas
precipitan el Ser
cual negra magma:

Oh imprecaciones
que no llegan al Cielo,
oh rostro macerado
con violentas plantas
y azul ponzoña;
oh líquido terremoto
bajo mis uñas
y temblor de mis rodillas:
oh Musa celeste
y periférica
y de camino prostituta:
Te invoco.


Hoy lo Real es un animal anestesiado
que me brinda el vientre
como cabra del Antiguo Testamento
para solaz del bisturí
que se agita en mi puño izquierdo:
si quisiera, se acaba el mundo
y la cosustancial vida.

Hoy mis exhalaciones
susurran la marcha de San Vito
a los árboles
y a sus médulas
y mi nervado puño
se alza contra la Creación.
Me escurre el nihilismo
de las comisuras
como atacado de rabia
o viruela
mientras las reminiscencias divinas,
cual cristo resurrecto,
me tunden a patadas
la loza pectoral.
Hoy debo cantar.

Porque el agujero negro
que preside mi casa zodiacal
y que me asió del pelo
para arrastrarme del caliente útero
hoy pide voz;
y la materia negra de mi piel
y la energía negra de mi sangre
que sin ser malas
lubrican ante el Mal:
le robé las alas rotas
a Satanás
para cobrar el séptimo sello
Arriba.

Hoy exijo el título de bastardo y
la mueca, la repulsa, la ignominia:
Hoy quiero todo y nada
y como res ser marcado
con hierro candente
a fin de evaporarme el nombre
y llamarme de cualquier otra manera.