Traigo mucha
pinche metáfora y pelusa en los bolsillos del jeans, juro que es todo.
No grapas, no
mariguana, no el chicharrón de las promesas que jamás pagaré, no caras
calientes y arrugadas por tristeza, no manos que escarben en mi corazón.
Pero algo
traigo...
Mucha chingadera cocinada bajo la lengua, muchos insectos vivos y ponzoñosos,
mucha fiebre que el mundo no conoce y ni se imagina: traigo la pandemia bajo el
brazo, así me parieron, y con ella estrangularé a la humanidad, a fin que
sofoque como se debe. Con los ojos bien fijos en su asesino, como en un
orgasmo.
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