practicamos vouyerismo
cuando se levanta la tupida falda al
orinar. Buscamos entre sus excrementos
de aquello que la nutre:
a veces la hallamos dentro del confesionario de la iglesia,
otras, aturdida de alcohol y desaliento;
las más en la boca de las gentes,
tratando la fuga o el desenlace
de la pena capital, de la inyección
letal sobre la muelle y roja tumba
de la lengua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario